jueves, 27 de mayo de 2010

Caminos

En la vida, hay momentos cuando nos hallamos frente a una encrucijada sin saber cuál camino tomar. ¿Será mejor permanecer donde estamos? ¿Habría que virar? ¿Regresar? La respuesta nunca es simple, pero es indispensable llegar a ella, de lo contrario, nos estancaríamos.

¿Porqué provoca temor levantarse frente a una decisión determinada? Hay que sobreponerse a la falta de autoestima y respirar profundo, siguiendo adelante. Los cambios son buenos, nos repetimos, aún así, el miedo no se aleja, ¿hay alguna fórmula mágica para deshacernos de estas emociones destructivas?

El miedo nos destruye sutilmente, si permitimos que nos domine nos llevará a un abismo obscuro y sin salida, es inadmisible. Pero... está presente... la única opción es olvidarlo, alzar la vista, usar la fe y confiar en que Dios guía nuestros pasos a donde vayamos.