viernes, 21 de enero de 2011

Opciones


¿Qué hacer cuando la vida te lleva a una circunstancia donde la esperanza casi desaparece?

Hay dos opciones, o me rindo delante de la circunstancias, o confío en el nombre de Jesús y las supero. Es más sencillo rendirse, resignarse, conformarse con las migajas de bendiciones. Vivir como si nada, levantarse sin fuerzas para pasar el tiempo antes de volver a dormir...

O podemos luchar, alzar los ojos al cielo y creer en la Promesa del Señor. Confiar con certeza en un futuro brillante y no darnos por vencidos. No es fácil. El corazón, lleno de dudas, nos pide que volvamos a un lugar seguro, donde no hay riesgo de perder. Pero con Dios no se pierde, se gana. Él tiene el poder para transformar el desierto más inhóspito en un manantial de aguas dulces, un verdadero paraíso.

Debemos intentar cambiar nuestra realidad, cuando tomamos una actitud de fe, el Señor escribe en las estrellas su bendición para nosotros. No podemos desistir. Hay que creer; cuando nos resignamos frente a las adversidades quedamos estancados, al poco tiempo desaparecen las fuerzas para luchar. Sin embargo, cuando colocamos toda nuestra fe y empeño en actuar conforme a la Palabra de Dios, cada día es un nuevo reto a ser superado. Lo mejor es que el Señor nos da condiciones de vencer cada batalla.

Si estamos delante de una circunstancia donde la esperanza casi desaparece... debemos elegir una de estas opciones. Una nos traerá desánimo y muerte en vida; la otra, aunque más dolorosa, nos traerá vida y cambios que creíamos imposibles. Dios no desampara a aquellos que colocan su vida en Sus manos.

1 comentario:

  1. Andie, es muy importante esta reflexión que Dios puso en tu corazón.
    "Dios no desampara a aquellos que colocan su vida en Sus manos" . Hay que implorarle humildemente en el Nombre del Señor Jesús , que por favor nos de el querer y hacer de la sabiduría de colocar nuestra vida en Sus Manos, y la determinación fuerza y alegría de ponernos esa meta dia a dia de oración (ORAR-ACCION).

    Como dice el final del poema de Marcos Vidal

    "Hay que Seguir sembrando , siempre sembrando..."

    Sembrando : Para Dios y para el prójimo como a uno mismo, sembrar para espíritu,alma y cuerpo.<< Que es el templo que Dios nos regaló para obtener de el Su Alimento>
    y no olvidarnos por supuesto, que el darle gracias a El por todo lo que nos da, sin merecerlo... ese es Su Alimento.

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